En el Service Center de Freudenberg Sealing Technologies (FST) localizado en Zúrich, además de despachos también hay un almacén –en la quinta planta de un edifi cio de ofi cinas de Oerlikon, un barrio zuriqués–. La superfi cie del almacén se amplió en noviembre en 365 metros cuadrados.
El Service Center fue fundado en Zúrich en 1977 y cuenta con clientes prominentes de diversos ramos. Entre ellos fi guran empresas de la industria de relojes, microtecnología, construcción de válvulas y bombas, construcción de maquinaria, de la industria solar, y asimismo fabricantes de vehículos eléctricos, electrodomésticos y maquinaria para la construcción. Para este amplio abanico de industrias, los colaboradores de Zúrich suministran retenes, juntas tóricas, piezas multicomponentes y membranas con tamaño de miniatura mayoritariamente producidos por Freudenberg, pero también por otros fabricantes.
La facturación crece en suiza un 60 por ciento en tres años
Diversos Lead Center de FST envían piezas a Zúrich. Para poder satisfacer los deseos del cliente en lo posible más rápido, puntual y fl exible, el Service Center dispone de un almacén específi co para el cliente. Está ubicado en la quinta planta de un edifi cio de ofi cinas –lo cual es muy atípico–, solo un piso por debajo de las ofi cinas de FST en Oerlikon, un barrio de Zúrich muy popular entre los colaboradores y con muy buena infraestructura. El almacén asegura una disponibilidad de mercancía enormemente alta. Por lo demás, su personal ofrece un montón de servicios de logística, como embalaje, etiquetado, conformación de kits, lubrifi cación y, por supuesto, los controles de calidad necesarios.
“Hasta finales de 2022 sólo contábamos con 730 metros cuadrados de almacén”, recuerda el gerente Steve Barrot. “Pero nuestra facturación creció entre el 2019 y 2022 en un 60 por ciento. Esto afectó naturalmente también nuestro almacén. Literalmente estábamos desbordados”. Finalmente, en noviembre se amplió la capacidad de almacén en 365 metros cuadrados –en la misma quinta planta del edifi cio, lo cual fue muy práctico–.
Seis colaboradores cuidan que los clientes reciban los productos encargados de forma rápida y fi able. Si bien casi todo es obra de un “trabajo manual suizo”, pueden sentirse orgullosos de una cuota de errores nula en sus servicios de logística.
“Por la disponibilidad local, podemos ofrecer la mayoría de piezas rápidamente del mismo almacén, en lugar de mandarla primero a fabricar. De esta manera es posible suministrar también pequeñas cantidades de forma rápida, fácil y barata”, continúa Barrot. Algunos clientes necesitan envases específi – cos y un etiquetado especial –por ejemplo, una etiqueta CIIR– para evitar la confusión con otros productos similares. Asimismo, una limpieza extrema es muy importante para algunos productos. Por este motivo, en Zúrich disponemos de una sala limpia especial.
Modernas instalaciones de embalaje, como máquinas de embalaje en bolsas continuas y básculas contadoras, completan el equipamiento del almacén. También prestamos atención especial al tema de la sostenibilidad: en lugar de embalajes de cartón, algunos clientes ya reciben contenedores de carga pequeña reutilizables.
