Freudenberg-NOK India tiene en proyecto la construcción de una nueva fábrica en el Norte de la India. En el proyecto de obra se presta atención especial a la sostenibilidad y la eficiencia energética. La fábrica de Chennai es un buen ejemplo de ello.
Freudenberg Sealing Technologies (FST) ha reunido los temas sostenibilidad y mejora continua dentro de Corporate Lead Function Lean/GROWTTH & Sustainability. Teniendo siempre presente el lema “waste is waste” (residuo es despilfarro), el objetivo aquí es ahorrar y optimizar los recursos, el tiempo y la energía. El cómo y el porqué los define Lea Harmening, Sustainability Coordinator: “En cada mejora podemos incluir aspectos de sostenibilidad. Al hacerlo trabajamos en colaboración con todas las sedes a fin de reducir paso a paso las emisiones de CO2, y finalmente lograr la neutralidad de CO2 que nos hemos propuesto”.
Harmening pertenece a un grupo de cinco coordinadores del área Sustainability dedicados en FST a los asuntos de sostenibilidad con carácter transversal a toda la empresa. El equipo se ocupa también de las nuevas sedes, mucho antes de levantar los cimientos iniciales. Es lo que sucede actualmente con Morinda, en el Norte de la India. Aquí Freudenberg-NOK India (FNI) – una empresa conjunta con la asociada japonesa NOK– tiene en proyecto la construcción de una nueva planta de producción. Se espera que entrará en funcionamiento a finales de 2024 y se encargará del trabajo realizado hasta ahora en Basma.

Instalación fotovoltaica en el tejado
FNI puede aprender en este proyecto de obras de un buen ejemplo en el propio país. Hace solo un par de años que la empresa abrió una nueva planta en Chennai, centro de la industria india de automoción, y fijó allí con ella las pautas en materia de sostenibilidad. Así por ejemplo, la sede genera energía verde con su propia instalación fotovoltaica de 1.000 kilovatios. Ninguna otra instalación en el mundo Freudenberg es tan productiva y cubre hasta un 30 por ciento de la corriente local necesaria. No es de extrañar, pues en Chennai el sol brilla más de 3.300 horas al año.
Igual de alta es también la temperatura exterior en este clima tropical húmedo. Aquí son frecuentes unas temperaturas superiores a los 40 grados Celsio. Visto lo cual y a fin de hacer más llevaderas las condiciones de trabajo, la planta de Chennai está completamente aislada y climatizada. “La refrigeración es el mayor consumidor de la instalación fotovoltaica”, explica Karl Ludwig Stein, Sustainability Coordinator. También en este caso la sede apuesta por la eficiencia por medio de la recuperación de energía. El aire saliente del edificio se utiliza para refrescar previamente el caliente aire fresco del exterior. Otra notoriedad ecológica en Chennai es la planta depuradora propia que reacondiciona toda el agua residual y la realimenta a la red prácticamente en su totalidad.
Este modo de actuación iniciado en Chennai, va a continuar FNI en Morinda. Aquí en el Norte de la India, cerca de la cordillera del Himalaya, las condiciones climáticas son más benignas; al menos por la noche descienden las temperaturas, con lo cual se reduce la necesidad de refrigeración y de energía. Una instalación fotovoltaica en toda la superficie de tejado disponible, un aislamiento completo del inmueble y un sistema de refrigeración de la nave van a ser un estándar también en la nueva sede.

Supervisión energética en pro de la transparencia y la eficiencia
En las edificaciones nuevas de FST, es un estándar la supervisión energética continua. Así también en Morinda. Esto genera transparencia en múltiplos sentidos. Por un lado se detecta de inmediato un eventual descontrol en el consumo de corriente, agua o aire comprimido. ¿A qué se debe una carga base demasiado alta durante el fin de semana o por la noche? ¿Cómo se pueden evitar los picos de carga? La supervisión suministra datos para identificar las posibilidades de optimización de los procesos. Gracias a esto se pueden introducir mejoras de proceso en aras de la eficiencia energética. Asimismo, estos datos permiten dar información al cliente, por ejemplo con respecto a la emisión de CO2 por unidad. “Recientemente, las consultas aumentan de forma vertiginosa, no solo por parte de la industria de automoción”, indica Harmening.
Los dos temas técnicos principales están relacionados con el calentamiento de las instalaciones de fosfatado y el filtrado del aire saliente para los revestimientos en Morinda. “Por su alto rendimiento es sensiblemente más eficiente generar calor eléctricamente por medio de una bomba térmica en lugar de con combustibles fósiles”, explica Stefan Wernz, Sustainability Coordinator. Cada vez más propietarios, por ejemplo, eligen este sistema para sus hogares. Una sencilla bomba térmica sin embargo no es suficiente en un proceso industrial que requiere altas temperaturas de 95 grados Celsio, tal como el fosfatado. Para calentar estas instalaciones en la nueva planta, se prevé el empleo de bombas térmicas de alta temperatura –por vez primera en FST–. “Aquí aprovechamos el calor emitido por las instalaciones de climatización para alimentarlo en las bombas térmicas”, indica Wernz.
Microorganismos para filtrar el aire saliente
Asimismo es eficiente energéticamente y razonable económicamente el filtrado del aire saliente de los procesos de revestimiento. Stein explica claramente para inexpertos cómo ya esto funciona para FST en sus sedes de Kufstein y Reichelsheim, y pronto también en Parets del Vallès: “El aire saliente es soplado, por así decir, a través de un depósito de compostaje. Los microorganismos encontrados aquí se ocupan del trabajo de filtrado y metabolizan los hidrocarburos de los disolventes en el agua y el CO2. De este modo se suprime la necesidad de un medio de calentamiento adicional, es decir, para filtrar el aire saliente no hay que quemar gases”. Como alternativa a esto –aún está por decidir–, en Morinda se podría emplear un depurador húmedo, en el que los disolventes y otros contaminantes se depositarían en el agua. A continuación, el agua residual sería acondicionada en la depuradora propia de la fábrica, por supuesto, con medios biológicos. FST quiere cerrar a medio plazo, en todas sus sedes, el capítulo de la tradicional oxidación térmica regenerativa del aire saliente.
Por motivos de tiempo y de las condiciones locales, en Morinda ya no es posible aplicar otro procedimiento ecológico: el geoenfriamiento. A diferencia de en geotermia, aquí el “calor del subsuelo” –o en su caso, las frescas temperaturas del subsuelo– no se utiliza para calentar, sino para enfriar las instalaciones y los procesos. FST apuesta por esta tecnología en su sede estadounidense de Necedah, Wisconsin.
“La impresión que nos causaron nuestras visitas allí es esta: en la India están muy motivados y comprometidos con las soluciones sostenibles y energéticamente eficientes”, informan de mutuo acuerdo Stein y Wernz. Su compañera Harmening lo corrobora. En un cursillo en línea con un gran número de participantes de la India, ella sometió a debate el plan de sostenibilidad de Freudenberg, y discutió el potencial de ahorro energético. “En la India, los colaboradores participan proactivamente a la hora de gestionar la enorme tarea de la neutralidad de CO2”, dice ella. Con Mallik Santosh Kumar, Head of Lean/GROWTTH en la India, ha intercambiado opiniones personalmente en Weinheim y ha creado una buena base para el trabajo y la confianza.