Temas
  • Automotive
  • Compromiso social
  • Digitalización
  • Diversidad e inclusión
  • Divisiones
  • Estrategia
  • Excelencia operativa
  • GI
  • Materiales
  • Responsabilidad Social Empresarial
  • Seguridad laboral
  • Sostenibilidad
  • Tecnología
Rúbricas
  • Archivo
  • Breve y Conciso
  • Clientes
  • Competencia
  • Entrevista
  • Eventos
  • Personalidades
Local
  • Alemania
  • Australia
  • Austria
  • Brasil
  • Canadá
  • China
  • EE UU
  • España
  • Estonia
  • Europa
  • Francia
  • Hungría
  • India
  • Italia
  • México
  • Mundial
  • Polonia
  • Reino Unido
  • República Checa
  • Serbia
  • Suiza
  • Taicang
  • Tillsonburg
  • Troy
  • Turquía
Sealing World Sealing World
La revista de los trabajadores de Freudenberg Sealing Technologies
  • Español
    • Deutsch
    • English
    • Français
    • Italiano
    • Čeština
    • Eesti
    • Magyar
    • Polski
    • Türkçe
  • Weinheim

En busca de las huellas del fundador

  • 15. marzo 2024
  • 7 minute read

Carl Johann Freudenberg –con él empieza la exitosa historia del Grupo tecnológico Freudenberg–. El 9 de febrero de 1849 fundó con un socio una pequeña fábrica de productos de cuero en la ciudad de Weinheim. A esto le sigue una inaudita expansión hasta convertirse en una empresa internacional, cosa que está documentada, por ejemplo, en un moderno archivo. ¿Pero qué nos delatan los documentos históricos de la personalidad del fundador, de la persona Carl Johann? ¿Cómo afectan a los valores corporativos, aún en la actua­lidad, su modo de pensar y de actuar?

Julia Schneider, archivera de la empresa, cuenta: “Imagínese a un joven empresario que acaba de convertirse en padre por tercera vez y que pide prestado una suma importante de dinero a su suegro para adquirir una pequeña empresa industrial insolvente, ¡en medio de una guerra civil!”. Esta aproximación manifiestamente simplificada a la persona que es Carl Johann muestra, sin embargo, una cosa: lo que se dice autoestima no le faltaba al chico. Tuvo la certeza de saber combinar los ingredientes apropiados para pasar poco a poco de aprendiz a copropietario, y entonces a propietario exclusivo de su empresa. ¿Cuáles fueron estos ingredientes? ¿Qué hizo que el padre de familia de treinta años creyese en el éxito en una coyuntura caracterizada por la incertidumbre? “Para ello hay que tener el carácter apropiado, pero también contar con las personas apropiadas, tanto en el ámbito profesional como privado”, opina Schneider.

Esta fotografía coloreada a mano del año 1857 muestra al fundador de la empresa con su esposa y seis de sus hijos.

El niño

Carl Johann pierde a su padre Georg ­Wilhelm a la temprana edad de nueve años. Éste regenta primero la hostería Zum Löwen en Hachenburg, un municipio situado entre Colonia y Fráncfort. Pero en ese momento de comienzos de la era industrial se padece pobreza. La hostería tiene que ser cerrada a principios de 1829 y el hostelero tiene que cambiar por completo de profesión. Obtiene el puesto de recaudador de aranceles en Weilburg del Lahn, lugar donde poco tiempo después fallece, concretamente el 9 de marzo de 1829. Sólo se encontraba con él: su hijo Carl Johann, a quien se había traído como acompañante desde Hachenburg. La familia está de luto y lucha por la supervivencia financiera. La madre de Carl Johann se muda con él y sus hermanos al municipio de Neuwied, donde sus familiares le aseguran el sustento. A continuación, y con solo 14 años, Carl Johann tiene que ocuparse de su propio sustento por lo que entra de aprendiz en el comercio de productos de cuero de su tío ubicado en Mannheim a 200 kilómetros de su domicilio, una distancia considerable para esa época. “La calamidad de la familia seguramente produjo un efecto en Carl Johann y también el deseo de progreso personal”, dice Schneider. “Esto lo deducimos del tiempo que viene a continuación, donde su afán, diligencia y capacidad de ahorro lo convierte en una especie de hombre hecho a sí mismo”.

El nuevo talento

Carl Johann se encuentra solo. Pero rápidamente se recompone y reúne fuerzas. Vive como aprendiz de su tío Johan ­Baptist ­Sammet y de su copropietario Heinrich ­Christian Heintze en Mannheim, que comparada a su pueblo natal es una ciudad muy grande y dinámica. “Es entonces cuando nota el efecto positivo que producen en su vida su propia actuación y sus destrezas. Con ello gana una confianza en sí mismo que le ayuda a perseverar en sus metas, a convertirse en alguien en la vida”, explica la archivera. Su dedicación y sus aspiraciones le sirven de impulso. El muchacho no solamente atiende a los clientes detrás del mostrador y efectúa las entregas, sino que además regenta un negocio de cigarros con el salario obtenido en el negocio de productos de cuero. Él, que no asistió a un instituto de secundaria, aprende francés e inglés, va al Teatro Nacional de ­Mannheim, se mueve cada vez con más soltura en círculos internacionales y de personas privilegiadas y sigue dando muestra de sus capacidades en la empresa de su tío. En 1844 adquiere el 20 por ciento de las participaciones en calidad de socio capitalista.

El esposo

Ese mismo año, Carl Johann contrae nupcias con Sophie Martenstein, a quien él conoce un año antes en una asociación coral. ­Martenstein es hija de una acaudalada familia de la ciudad de Worms. Su padre es un distinguido comerciante de especias. Da su consentimiento, seguramente una vez comprobado su aspecto físico, pero sobre todo su corazón noble y su carácter. Hablamos de aspectos económicos, lo cual incluye la situación financiera personal, pero también el éxito profesional. Sophie escribe en sus memorias: “La convicción de haber conseguido un yerno bueno y hábil, que había ganado 5.000 florines [equivalente a unos 100.000 euros], hizo que mi padre le confiase su hija única”. En los años siguientes tienen primero dos hijas: ­Elise y Luise, que sin embargo fallece con corta edad. Cuando en 1848 nace su hijo Friedrich Carl en Mannheim, la zona se encuentra en plena ebullición por la revolución de Baden.

Weinheim en 1857 con la fábrica de productos de cuero de ­Freudenberg a la izquierda, en parte tapada por los árboles.

Sus contemporáneos

¿Qué está pasando delante de las puertas de Carl Johann en Mannheim? Se trata de nada menos que de la libertad de prensa, de tribunales de jurados y de un Estado alemán con un parlamento elegido libremente. Hasta ese momento, el país es un mosaico de territorios independientes, entre ellos el Gran Ducado de Baden donde está localizada Mannheim. Los revolucionarios se dividen en dos bandos: los constitucionalistas liberales y los demócratas radicales. En Mannheim tiene lugar una rebelión, se exige un cambio total, se celebran asambleas populares con miles de participantes. Estas se multiplican en todo el país. Se producen enfrentamientos. “Los comerciantes, quienes por lo general desean una situación política estable, ven los acontecimientos con preocupación. Esto también se aplica a nuestro fundador”, explica la archivera de Freudenberg.

El empresario

El territorio se ve afectado por los tumultos políticos, lo cual causa también el desplome del instituto bancario con cuyas letras de cambio se financia el comercio de productos de cuero. La empresa tiene problemas de solvencia y ha de ser disuelta en 1848. “Freudenberg tiene suerte de poder salir airoso de la crisis porque le respalda una familia poderosa que puede ofrecerle ayuda financiera”, indica Schneider. Su suegro, quien valora mucho a Carl Johann, pone a disposición de su hija Sophie el capital necesario para que pueda apoyar a su marido en su proyecto –él desea adquirir una parte de la empresa–. Integrar a una hija en un negocio es un acto muy progresista para aquella época.

El hijo del fundador nacido en el año de la revolución, Friedrich Carl, escribió 90 años más tarde en sus memorias: Como la liquidación hacía necesaria la marcha de los dos propietarios de la empresa, mi padre pudo elegir entre los dos copropietarios. Su elección decayó en Heintze. De esta forma se creó la empresa Heintze & Freudenberg en Weinheim, la cual adquirió en 1849 la pequeña curtidora de cuero de vacuno”.

¿Por qué se une a Heintze en la fábrica de productos de cuero y no a su tío en el comercio de productos de cuero? Para un empresario se presentan muchas más posibilidades de desarrollo y crecimiento en una fábrica de productos de cuero que en un “simple” comercio de productos de cuero. “Aquí se muestra la amplia visión empresarial de Carl Johann”, dice la archivera Schneider. Y otra cosa: “La convicción de que lo puede conseguir en esos tiempos convulsos se basa seguramente en que siendo joven superó una crisis financiera y salió airoso gracias a sus habilidades. En cierto modo se repite lo que ya pudo gestionar bien con anterioridad. Y esta vez está firmemente decidido a sacar provecho de su experiencia y de sus capacidades”. De esta manera, en medio de una revolución se forja el rumbo de la que será una empresa mundial. El viernes 9 de febrero de 1849, con la inscripción en el Registro Mercantil los socios fundan de modo oficial la empresa Heintze & Freudenberg. Pocos meses después queda sofocada también la revolución.

El directivo empresarial

En los tres años subisiguientes se cuadriplica la facturación, la plantilla de colaboradores aumenta de 50 a 170. “Para ello son importantes tres aspectos”, indica Schneider. En primer lugar, la calidad. “Solo en Alemania existen en esa época unas 10.000 fábricas de productos de cuero. Freudenberg es consciente de que él y Heintze solo pueden destacar a través de la calidad”. En segundo lugar, también tiene claro que el negocio debe internacionalizarse de forma rápida para comprar pieles y vender productos de cuero. Siguiendo el lema “crecer o morir”, los dos entablan relaciones comerciales en EE UU, Suiza, Gran Bretaña, Francia y Turquía (denominada en ese momento el Imperio Otomano). Finalmente, Freudenberg pronto reconoce la relevancia que tienen las innovaciones y por ello, siguiendo una tendencia francesa, encarga la producción de cuero charolado. Para conseguirlo tuvo que imponerse a la opinión de su socio Heintze. “Quien hace cuero charolado se mueve en carruaje, quien hace cuero normal se mueve a pie”, comenta y demuestra de este modo su visión de futuro. Pues en la Exposición Universal de 1851 en Londres el producto de Weinheim es premiado y se encarga de asegurar el éxito inicial de la empresa durante muchos años.

El mentor

Después de convertirse en propietario exclusivo de la empresa en 1874 tras el pago proporcionado a la familia Heintze –gracias de nuevo a la ayuda de su familia política–, Carl Johann puede mostrar su lado solidario como empresario, el cual presumiblemente refrenaba su socio caracterizado por una mentalidad comercial. Ese mismo año funda una mutualidad para su plantilla que más tarde se convertirá en la caja de seguro empresarial Betriebskrankenkasse Freudenberg. Le sigue un fondo de ayuda general para los colaboradores en situaciones de necesidad y sus familias. “En esto se hace evidente la relación existente con sus vivencias infantiles”, opina Schneider.

Como ayuda para su empresa, Freudenberg recurre a sus hijos Friedrich Carl y Hermann Ernst, convirtiéndola con ello en una empresa familiar. En 1887 los instaura como copropietarios a razón de un tercio cada uno. En ese momento la empresa ya cuenta con más de 500 colaboradores. Con ocasión del cambio generacional y ante el tamaño alcanzado por la empresa, también en 1887 el mismo Carl Johann escribe de puño y letra sus principios empresariales. Humildad, sinceridad, un fundamento financiero sólido y la capacidad de adaptarse a los cambios venideros son para él los principios básicos del éxito empresarial. Asimismo es primordial la confianza, no solo en sí mismo sino también en la familia, los socios y los colaboradores. “Es mejor confiar cien veces, corriendo el riesgo de equivocarse alguna vez, que equivocarse una sola vez por desconfianza”.

En resumidas cuentas significa: afectado por los infortunios, con diligencia, capacidad de ahorro, afán, confianza en sí mismo y fidelidad a sus principios, Carl Johann Freudenberg en todo momento se “esfuerza en sacar lo mejor de cualquier situación” (cita de los principios empresariales), según sus propias palabras. Junto a una visión empresarial, la cual va unida a una apertura hacia el cambio y las innovaciones, y la cultura de la confianza que él vivió en persona hacen que se convierta en un empresario exitoso, cuyo legado caracteriza incluso en el presente la cultura empresarial.

Los principios que formulara en su época constituyen aún hoy la base de los actuales principios empresariales globales del Grupo Freudenberg.

Similar Topics
  • Edición 02_2024 [ES]
Previous Article
  • Archivo

Estimado lector:

  • 15. marzo 2024
Leer más
Next Article
  • Breve y Conciso

Datos sobre … Freudenberg Xpress®

  • 23. julio 2024
Leer más
Los siguientes temas también podrían interesarle
Leer más
  • Alemania
  • Excelencia operativa
  • GI
  • Weinheim

Un gran paso hacia el futuro

  • 21. julio 2025
Leer más
  • Alemania
  • Corteco
  • Weinheim

Corteco: Nuevo almacén terminado antes de lo previsto

  • 18. julio 2025
Leer más
  • Digitalización
  • Kufstein
  • Weinheim

La IA como apoyo en el moldeo por inyección de elastómeros

  • 24. junio 2025
Leer más
  • Excelencia operativa
  • Materiales
  • Sostenibilidad
  • Weinheim

El almacén bien temperado

  • 19. junio 2025
Leer más
  • Alemania
  • Excelencia operativa
  • Weinheim

La planta de estampación reduce el consumo anual de acero en 240 toneladas

  • 6. junio 2025
Leer más
  • Divisiones
  • Plymouth
  • Weinheim

Estática en movimiento

  • 12. mayo 2025
Leer más
  • Digitalización
  • Tecnología
  • Weinheim

Nuevo banco de pruebas para juntas de lavadoras

  • 29. abril 2025
Leer más
  • Reichelsheim
  • Tecnología
  • Weinheim

La experiencia en soluciones y la creatividad como modelo de éxito

  • 11. marzo 2025
Sealing World Sealing World
  • Pie de imprenta
  • Cookies
  • Protección de Datos
  • Términos de servicio
Das Magazin für Mitarbeitende von Freudenberg Sealing Technologies

Input your search keywords and press Enter.

  • Deutsch
  • English
  • Español
  • Français
  • Italiano
  • Čeština
  • Eesti
  • Magyar
  • Polski
  • Türkçe