Cihan Ünver ha hecho carrera en la unidad Mixing Facility de Weinheim. Primero trabajó allí dos años como operario y realizó mezclas de material, entonces de forma paralela asistió a clases de formación profesional para adquirir hace unos cuantos años la titulación de técnico en maquinaria. En la actualidad se ocupa en tecnología de procesos de la automatización y digitalización de la planta mezcladora.
“Fue una época nada fácil para mí”, recuerda Cihan Ünver los dos años y medio que duró su formación continua en la escuela nocturna –plazo reducido gracias a sus conocimientos previos– para la obtención del título de técnico en maquinaria. Al principio seguía trabajando como operario en la unidad Mixing Facility de Weinheim. Como sus superiores apoyaban sus ambiciones profesionales, se le permitió cambiar del régimen de trabajo de tres turnos al de un solo turno. Cuando solo le faltaba redactar su trabajo escrito final, Ünver dio el gran salto desde la nave de producción a las oficinas, es decir al área de administración, lugar donde ahora trabaja en la tecnología de procesos.
“Fue absolutamente el paso correcto para mí. Mirándolo bien, debí de haber dado este paso mucho antes”, dice él, “pero más vale tarde que nunca”. Cuando él habla hoy con sus compañeros directos de entonces, siempre recibe estímulo y reconocimiento por su valentía, ambición y perseverancia.
Muchos cambios positivos
En 2005 Ünver inició su carrera profesional en Freudenberg con una formación de técnico mecatrónico. Por la crisis comercial y financiera acaecida entre 2008 y 2009, en ese momento no recibió un contrato fijo, por lo cual volvió a la escuela y sumó a su bachillerato técnico la especialización de electrotécnica. “No hay atajo sin trabajo” es la premisa que le llevó a elegir el bachillerato que le capacita para la universidad técnica en la “versión turbo” de tan solo un año escolar. “Para no perder el tiempo”, como él lo justifica, pues él podría haber cursado las mismas materias, pero de forma más relajada, en el plazo de dos años.
A continuación podría haber empezado a estudiar en la universidad, ya que contaba con las correspondientes ofertas de plazas. No obstante, Ünver decidió volver a intentarlo en Freudenberg y empezar a trabajar como operario en la planta mezcladora de materia prima. Allí vivió en vivo y en directo lo que incluso en la actualidad determina su trabajo –si bien tiene un cargo distinto–: las mejoras ergonómicas para los colaboradores y, asimismo, la automatización y la digitalización en la producción de materiales con la vista puesta hacia una producción libre de carretillas. “Se han producido muchos cambios positivos con el paso de los años”, informa él y pone por ejemplo la técnica de elevación por vacío mediante ventosas, la cual facilita enormemente a los colaboradores la manipulación de pesadas balas de caucho.
Adiós a las carretillas
A Ünver le gusta hablar también de la nueva pesadora informatizada que pesa y dosifica automáticamente los “ingredientes” de los materiales en la planta mezcladora de Weinheim, lo cual libera a los colaboradores de carga física y también de polvo ambiental. Del tema pesaje automático de componentes pequeños se ocupó él de forma detallada en su trabajo escrito de fin de formación profesional continua.
En la actualidad, cuando en la planta mezcladora de Weinheim se transportan palés cargados de materias primas hasta las líneas de producción o bien para ser pesadas, esto se efectúa sin usar carretillas. De estas tareas se encargan dos vehículos autónomos de transporte industrial, los llamados en alemán Autonome Mobile Roboter (AMR, robots móviles autónomos); para este fin no es necesario que operarios de maquinaria circulen con carretillas por la nave de producción. En la introducción de los dos robots AMR participó Ünver de forma activa desde su nuevo cargo. “Aprender sobre la marcha” es como él describe el método empleado para adquirir los conocimientos de programación necesarios. Ünver y el equipo de la planta mezcladora están preparando para estos trabajos un robot Smart AMR más variable, al principio sobre todo para ser empleado en el almacén.
En estas tareas Ünver se siente la mar de bien. “Me lo paso bien en mi trabajo, siempre aprendo algo nuevo”. No quiere mirar a largo plazo en su futuro profesional, es más bien comedido y humilde. Pero no descarta la posibilidad de, una vez llegado el momento, poder encargarse de alguna función de dirección. “Aún soy joven, tengo metas y mucha energía que ofrecer”.
Energía que saca a relucir también a menudo en el tiempo libre, durante sus actividades deportivas. Cada día da al menos 10.000 pasos y habitualmente va a un gimnasio.
Nueva serie: Gente como tú y yo
En nuestra nueva serie damos la palabra a colaboradores nuestros con distintos cargos en la producción. En la edición actual presentamos a Cihan Ünver, quien trabaja en la unidad Mixing Facility de Weinheim.
