Los preparativos para el periodo estratégico 2024 a 2026 marchan en la actualidad a todo gas. El hilo conductor para la planificación lo constituyen los resultados del proyecto de transformación Ovid, el cual se concluyó a finales del año pasado, tras un intenso proceso de análisis que se prolongó durante más de doce meses.
El proyecto de transformación y estrategia Ovid arrancó en enero de 2022. El objetivo era, por un lado, analizar los mercados e industrias clave para Freudenberg Sealing Technologies (FST) hasta el año 2035. Por otro lado, el objetivo era reflexionar sobre la capacidad de transformación de la empresa a la vista de la prevista evolución de los mercados. Pues también la cartera de productos, los procesos y las estructuras de FST deben desarrollarse de forma continua y adaptarse a las nuevas necesidades del mercado. “Sólo de este modo podemos reaccionar de forma rápida y precisa a las últimas tendencias y participar en el desarrollo tecnológico de nuestros mercados. Éste es un requisito esencial para seguir creciendo de manera lucrativa”, explica Claus Möhlenkamp, Chief Executive Officer.
El proyecto tiene sus inicios en la creciente transformación hacia la electromovilidad, la cual trajo consigo rápidos y profundos cambios en numerosos sectores industriales clave. “Para nosotros fue necesario entender las repercusiones causadas por este cambio a lo largo de todo el negocio y, asimismo, las oportunidades y los riesgos de ello para FST”, indica Möhlenkamp. Así por ejemplo, en la Unión Europea se aplicarán severas restricciones a los permisos de circulación para los motores de combustión a partir del 2035. Por este motivo se fijó el año 2035 para todos los puntos de reflexión: “Las transformaciones en el mercado no tienen lugar de la noche a la mañana, más bien se desarrollan con el tiempo. Pero debido a la normativa legal en torno a la industria de la automoción se hizo patente que el periodo a tener en cuenta para nuestros análisis se extiende de diez a 15 años”.

Uno de los resultados más importantes del proyecto Ovid: se concibió una especie de “libreta para la estrategia” que describe exactamente el modo en que FST y su cartera de productos se han de desarrollar en los próximos años. Como resultado de ello, la empresa dividió la cartera de productos actual en función de la demanda de mercado. Adicionalmente, en la libreta para la estrategia se determinó en qué nuevas aplicaciones en los segmentos centrales “Nueva movilidad” y “Energía verde” debe participar FST de forma activa, aclara el Dr. Matthias Sckuhr, Chief Technology Officer/Chief Operating Officer: “Hemos revisado detenidamente 170 aplicaciones y hemos detectado más de 150 posibilidades distintas en las que, por un lado, podemos ofrecer a nuestros clientes un valor adicional, ampliando a la vez nuestra cartera de productos. Entre ellos figuran por ejemplo productos en el área de protección térmica (barreras térmicas), juntas para celdas de baterías (tapas de batería), elementos de aislamiento eléctrico y los denominados sistemas de embarrado, es decir embarrado metálico para la distribución eléctrica de la energía en las baterías, y asimismo piezas para sistemas de radar que van a ser importantes en la conducción autónoma.
Muchos de estos productos ya no se consideran juntas clásicas. No obstante ofrecen oportunidades de negocio para FST y su competencia en material y tecnologías. “Pues con estos nuevos productos podemos sustituir las tecnologías antiguas y seguir creciendo. Pero también requieren una mentalidad abierta y flexible en nuestra empresa”, opina Sckuhr. Y además una actuación empresarial distinta. Nosotros respondemos con una transformación a nivel organizativo: para todos los productos que el equipo del proyecto Ovid pronostica un potencial de facturación importante, en las divisiones existentes se crean los denominados “viveros de empresa”. Se trata de equipos especiales que desarrollan y dirigen nuevas tecnologías hasta su lanzamiento en el mercado. En cuanto un cliente pasa un pedido, la responsabilidad empresarial pasa a un Competence Center o un Lead Center teniendo en cuenta la estructura organizativa presente.
Adicionalmente en el proyecto Ovid se estudiaron las capacidades de producción existentes y las tecnologías de producción necesarias. El resultado fue gratificante: en términos generales, FST dispone de una superficie de producción suficiente. En los próximos años será un desafío descatalogar de forma controlada las piezas menos demandadas y aumentar a la vez de manera precisa la producción de nuevos productos. Esto puede tener lugar en las sedes de distintas regiones, lo cual exige una buena coordinación dentro de FST: en la actualidad, casi el 40 por ciento de todas las plantas de producción de FST se dedican a la fabricación de productos para motores de combustión. La demanda de tales productos va a decaer rápidamente en los próximos años, mientras que a la vez aumentará el número de pedidos de piezas para la cadena cinemática eléctrica y la industria general. Y esto de forma igualmente rápida: hasta 2035 el negocio que dejará de existir por la transformación hacia la electromovilidad será compensado en su totalidad por nuevos negocios.
La consola de gestión de FST
Está claro que en el futuro se ha de invertir también en nuevas tecnologías de producción. La decisión de dónde y en qué planta esto se efectuará se tomará con la llegada de los correspondientes pedidos de los clientes.
Tales decisiones comerciales, por ejemplo autorizaciones de inversión, se realizarán en el futuro con ayuda de lo que se ha denominado la consola de gestión de FST, también un producto del proyecto Ovid. “En la actualidad estamos inmersos en un complejo proceso de transformación que afectará en los próximos años de una forma u otra a cada uno de nuestros colaboradores y a casi todo lo que ahora hacemos en FST”, explica Ludger Neuwinger-Heimes, Chief Financial Officer. “Este proceso tiene que ser gestionado con pies de plomo. A esto nos ayuda la consola de gestión de FST”.
Con esta base de datos es posible entender en cada momento qué efecto tienen los cambios en el mercado sobre los indicadores de resultados financieros de FST fundamentales, como la facturación, el presupuesto de inversión, los costes de comercialización, desarrollo y administración o el número de sedes. “Cuando por ejemplo la venta de coches eléctricos de batería supera o no llega a nuestras expectativas, nosotros vemos inmediatamente en nuestra consola de gestión las repercusiones causadas en nuestros indicadores financieros fundamentales”, manifiesta Neuwinger-Heimes.
Potenciales de mercado
El proyecto Ovid ha revelado numerosas posibilidades de crecimiento y, a pesar de la incertidumbre actual, también ha mostrado el camino hacia un futuro exitoso, opina Möhlenkamp. “Gracias al proyecto Ovid estamos en excelente forma física para seguir dominando nuestros mercados como líder en tecnología. Por lo tanto, ¡estamos preparados para el 2035!”.
En las semanas pasadas se han celebrado asambleas en numerosas sedes de todo el mundo en las que los colaboradores recibieron información detallada sobre el proyecto Ovid y sus resultados. Seguirán otras publicaciones en el portal FST, entre otras cosas, vídeos sobre las repercusiones del proyecto Ovid en determinadas Divisiones.