En el equipo Application Specialist de Freudenberg Sealing Technologies (FST), Rudolf Bott tiende puentes entre los sectores automovilísticos e industriales en relación con las nuevas formas de propulsión eléctrica y la energía limpia. Él comenta que los dos “mundos” pueden aprender y beneficiarse el uno del otro.
Rudolf Bott conoce el sector automovilístico como la palma de sus manos. En Automotive Sales estuvo al cargo de un gran número de funciones de dirección. Entre otras cosas, dirigió una oficina de distribución, en su puesto de Key Account Manager era responsable de fabricantes (OEM) y proveedores mayoristas (Tier), conocía al dedillo el negocio de vehículos de turismo y de camiones, ganó clientes en los mercados emergentes en Rusia y Corea del Sur.
Durante toda su actividad profesional nunca se ha quedado sin objetivos: “Ahora quería hacer algo con la electromoción, quería unirme al novedoso trabajo en proyecto. Éste es un tema interesante en el que nosotros en FST tomamos un rumbo completamente nuevo”, cuenta él. Él hace realidad esta aspiración profesional desde hace cierto tiempo en el equipo Application Specialist de Automotive Sales. El equipo ofrece apoyo al área de venta y el Lead Center en cuestiones técnicas relacionadas con las nuevas formas de propulsión, desde la batería hasta la pila de combustible, pasando por el hidrógeno.
Nuevos rumbos toma Bott también en el equipo internacional de expertos. Para él personalmente. Y para la organización de venta de FST. A saber, Bott está a cargo en este equipo, por un lado, de aplicaciones para vehículos y, por otro, de aplicaciones para la industria. Así pues, él tiende el puente entre Automotive Sales y Sales General Industry (GI).

Coincidencia de temas
Aquí y allá con frecuencia los temas se entrelazan. Al igual que los coches, también los aparatos eléctricos móviles, las máquinas de trabajo o los vehículos de dos ruedas necesitan baterías potentes y seguras. Tanto aquí como allí se trata de nuevos materiales para la regulación térmica y de otras aplicaciones en la cadena cinemática eléctrica. “Los requerimientos son similares en el segmento de alta potencia con gran densidad energética. Nosotros en Freudenberg conocemos los requerimientos que se esperan de los componentes y sistemas. Entendemos la interrelación de los sistemas. Y tenemos capacidad para producir grandes cantidades en calidad homogénea”, indica Bott. Con esto –y la amplia competencia en materiales– podemos anotarnos puntos en los dos “mundos”.
La industria automovilística tradicionalmente es pionera en marcar tendencias técnicas, así también en la electromoción. “Nosotros intentamos adaptar nuestras tecnologías y materiales de nuevo desarrollo en las aplicaciones industriales y para este fin desarrollar soluciones especiales”, explica él. A menudo, las soluciones desarrolladas para automóviles se modifican para aplicaciones de GI. Así por ejemplo una válvula compensadora DIAvent modificada podría ser apropiada también para baterías en otros campos de aplicación. Algunas veces los productos de Automotive se desarrollan incluso más, aportándoles otras funciones: creación de valores adicionales mediante la integración de funciones, por ejemplo con una función complementaria de medición o enfriamiento.
A la inversa, según Bott, GI está por delante en el aprovechamiento de hidrógeno para motores de combustión y en los materiales adaptados al combustible hidrógeno. El sector industrial está impulsando también las tecnologías para electrólisis y la hermetización de los sistemas –estacionarios– de almacenamiento de hidrógeno.
En conclusión esto significa que los dos “mundos” –Automotive y GI– pueden aprender y beneficiarse el uno del otro.