En calidad de Chief Financial Officer (CFO) de Freudenberg Sealing Technologies (FST), Ludger Neuwinger-Heimes es responsable de las áreas Finanzas, Tecnología de la Información (TI) y Merger & Acquisitions. En esta entrevista charla sobre el estado de digitalización en FST y, asimismo, sobre las oportunidades y desafíos que ello entraña.
La digitalización está en boca de todos, en FST es una parte importante de la estrategia empresarial. ¿Cuáles son para usted los objetivos prioritarios?
Nosotros desarrollamos la digitalización con un objetivo claramente definido. Las preguntas decisivas son: ¿Cómo podemos atender mejor al cliente? ¿Cómo mejoramos y hacemos más eficientes nuestros procesos internos? ¿Cómo podemos ahorrar costes? Estas cuestiones, unidas al tema de la digitalización, no son algo nuevo para nosotros. Estamos digitalizando desde hace más de 40 años: así por ejemplo, hemos introducido desde hace mucho tiempo un sistema organizativo ERP con el que se puede planificar y gestionar el personal y los recursos, tales como los recursos de capital, equipos, material, etc. A principios de los años noventa hizo su aparición el correo electrónico en el mundo de la empresa. También le recuerdo los controles visuales automáticos que venimos empleando en la producción desde hace unos veinte años. Con el tiempo las herramientas han ido cambiando, claro está; el desarrollo técnico ha avanzado a pasos de gigante. Justamente las posibilidades de análisis son mucho más precisas en las instalaciones modernas que en sus comienzos. Con ayuda de la inteligencia artificial, actualmente podemos procesar una cantidad increíble de datos en muy breve espacio de tiempo. Lo importante para nosotros aquí es también interpretar y entender estos datos correctamente y deducir lo que significan para el cliente y nuestra eficiencia interna.

La digitalización es considerada por algunos como un vino nuevo en odres viejos, nada más que un fin en sí misma. ¿Cuál es su opinión al respecto?
La digitalización como un fin en sí misma no se da en nuestra empresa. Es importante que diferenciemos entre lo que solo es una gran sensación temporal y lo que realmente nos hace avanzar como empresa. Nosotros disponemos de unos recursos limitados. Por ello hemos de sopesar qué herramientas de digitalización nos aporta mayor beneficio y en qué sitio. Para mí la tarea central es determinar las prioridades y realmente poner estas en práctica. No debemos caer en la trampa de considerar que todo es soberbio e interesante. Es necesario comprender lo que es útil para nuestro negocio. Y dejar de lado lo demás. Encima, el abanico de posibilidades de digitalización es demasiado grande.
Nosotros no echamos vino nuevo en odres viejos. Muy al contrario, nosotros usamos tecnologías nuevas y mejoradas. No obstante, aún nos queda mucho por aprender, precisamente en el análisis de los datos recopilados. Por otro lado, la digitalización necesita de nuevas áreas de profesionalización, como por ejemplo analistas de datos. Nuestros colaboradores necesitan nuevos conocimientos, existen perfiles de puestos totalmente nuevos. Algo similar sucede en la electromovilidad: si antes se buscaban sobre todo ingenieros mecánicos, ahora lo son ingenieros eléctricos.
¿A qué debemos prestar especial atención en nuestros objetivos de digitalización?
Tenemos que entender la digitalización como un tema normal y sacar las conclusiones correctas para nosotros, de lo contrario ésta puede fracasar. Empresas consolidadas y antes exitosas, como Kodak, dieron traspiés y finalmente sucumbieron. Si bien Kodak había desarrollado una cámara digital en los años setenta, el fabricante reconoció demasiado tarde que esta tecnología sería el futuro de la fotografía. Algo similar le sucedió a Nokia en la conquista de la telefonía móvil contra contrincantes como Samsung. Mientras que antes recibíamos en casa voluminosos catálogos de papel enviados por correo, repentinamente reaccionó Amazon y los clientes pasaron a encargar sus pedidos en internet.
¿Qué oportunidades –digamos: eficiencia, productividad, calidad– entraña el apogeo de la digitalización para FST?
Somos más productivos, experimentamos menos varianza en los productos y conseguimos con ello una calidad mayor y más fiable. Además uno ve más rápido en los procesos digitales cuando algo sale mal. Cuanto más sepamos sobre nuestros procesos y materiales, más fiable y mejor será la calidad de nuestros productos. Esto se hace evidente de manera clara por ejemplo en nuestras plantas mezcladoras. Aquí también se aplica: de cuantos más datos dispongamos y cuanto menos varianza tengan nuestras materias primas y nuestros procesos, menor será también la varianza de los productos finales.
En lo que respecta a nuestros colaboradores, si robots o cobots realizan por ejemplo las actividades aburridas o que requieren esfuerzo corporal, entonces las personas pueden encargarse de tareas más exigentes y menos monótonas. Desde hace casi veinticinco años usamos robots en la producción, tal como en nuestra sede italiana de Pinerolo. Antes eran caros y altamente complejos. Pero actualmente vemos una auténtica caída de precios en los robots. Incluso ya existen ejemplares más sencillos que ejecutan actividades simples. Con estos es posible justificar mejor las inversiones.
¿Entonces FST ha iniciado el rumbo correcto?
Sin duda alguna, pero también hemos cometido errores; por ejemplo, cuando creamos una plataforma digital que no fue bien recibida por los clientes. Actualmente disponemos de catálogos digitales de productos y ofrecemos la posibilidad de comprar en línea a través de la plataforma EASY. Es un hecho evidente que todos los temas de digitalización implican arduo trabajo, a menudo el beneficio resultante tarda mucho en llegar. FST está dispuesta a apostar por la digitalización siempre que aporte beneficios para nuestros clientes y nuestros proprios procesos internos.
¿Qué nuevos retos y riesgos surgen para FST con la creciente digitalización?
En primer lugar, nosotros valoramos al máximo la seguridad de los datos. En los últimos años se han incrementado drásticamente los ciberataques por parte de piratas informáticos en todo el mundo. Por un lado pueden cometer robos de datos sensibles, y por otro lado pueden paralizar las empresas completamente y exigirles un rescate. Incluso gigantes de internet como Yahoo o Microsoft no están a salvo de tales ataques. Según Microsoft, solo en los últimos cinco meses la empresa ha sufrido ciberataques en más de 42 países.
Otro asunto es naturalmente la seguridad de los procesos: ¿sería posible atacar y manipular un robot desde el exterior y causar daños en la producción? Vuelvo a recalcar, la cibercriminalidad entraña verdaderos riesgos para las empresas. Tenemos que tomar en serio la protección de datos, y no debemos entrar en ningún tipo de juegos.
¿En qué cuestiones trabajan actualmente los equipos de digitalización en FST?
En la actualidad, nuestros equipos trabajan paralelamente en numerosos temas distintos. Uno de ellos es el proyecto Ready. Este se ocupa de la infraestructura en las plantas de producción. Si bien antes se requería principalmente electricidad para una producción fluida, ahora de repente son imprescindibles las redes WiFi, los anchos de banda, la estabilidad de las redes, los correspondientes puntos de conexión, etc.
Ahora disfrutamos de una nueva transparencia. Esta nos ayuda por ejemplo a gestionar los problemas relacionados con la adquisición de material. En el procesamiento de datos hemos alcanzado un nuevo nivel y podemos recopilar y valorar cantidades enormes de datos en muy breve espacio de tiempo. Empresas colaboradoras externas, como Celonis, ofrecen a la vez herramientas digitales y soporte para su aplicación. De esto se benefician nuestros clientes. Nosotros comprendemos mejor su planificación y, además, podemos comunicarnos con nuestros proveedores de un modo más sencillo.
¿Cómo y con arreglo a qué criterios ustedes determinan las prioridades?
Nosotros seleccionamos el enfoque empresarial: con este propósito se reúnen los representantes de la Gerencia, las distintas divisiones, Corporate Lead Functions y Ventas. Comprobamos los problemas que debemos resolver y las herramientas disponibles para ello. No a la inversa, siguiendo el principio “tenemos una herramienta fantástica, busquemos ahora el problema apropiado para ésta”. La pasión por la técnica no tiene lugar aquí. Nosotros necesitamos pocas herramientas, pero potentes, de modo similar a nuestros módulos de producción ajustada. No obstante, tenemos que saber usarlas de manera magistral.
¿A qué herramientas digitales se refiere usted?
Nosotros utilizamos numerosas y diversas herramientas digitales, solo tiene que pensar en SAP, Customer Relations Management (CRM) para la gestión de clientes, Microsoft, Workday para la formación permanente de los colaboradores, etc. Debemos aprender el dominio perfecto de estos sistemas y su correcto empleo. Esto no sucede de la noche a la mañana. Además, un sistema solo puede funcionar bien si sus datos están al día. Lamentablemente a menudo no sucede así. Cuanto más sencillos son los sistemas, más dispuestas están las personas a utilizarlos. La experiencia indica que si son demasiados complejos, entonces disminuye la disposición de tenerlos al día y de usarlos. O dicho de otro modo, no queremos una quimera. Tampoco tenemos que introducir en la empresa cada nueva herramienta digital disponible en el mercado. Al contrario, es importante formar a las personas para que todas se sientan a gusto en el manejo de los sistemas existentes. También un buen albañil solo tiene unas cuantas, pero muy buenas, herramientas. Y domina estas a la perfección.
¿En qué modo afecta a los colaboradores la creciente digitalización de los procesos?
Muchos de ellos tienen que aprender las nuevas habilidades ya que los contenidos de sus campos de actividades cambian con el tiempo. La capacidad analítica es cada vez más importante, así como también la capacidad metódica. Es primordial que la gente pueda interpretar bien las cifras y los resultados. Necesitamos una plantilla ágil, dispuesta a adaptarse a los distintos cambios. La transformación de la cultura de la empresa se ha iniciado desde hace mucho. La digitalización y la automatización han hecho innecesarias muchas tareas rutinarias, o las máquinas se encargan de las mismas. Un gran número de personas trabajan ahora de manera distinta, a menudo de modo más digital, y menos operativo.
¿Cuánto tiempo dura esta transformación?
Esto no se consigue en un solo día. Los correspondientes procesos de inversión requieren a veces años. Sin embargo, la digitalización no es un proyecto con unas fechas de inicio y final fijas. Más bien se trata de un proceso continuo.
¿Cómo puede resumir las actividades de digitalización de FST?
Nosotros invertimos en posibilidades razonables y fijamos las prioridades con mucho cuidado. Debemos ver qué proporciona las mayores ventajas para nuestra empresa, cómo podemos ofrecer al cliente el máximo valor y qué hace avanzar más nuestros procesos internos y los hace más eficientes.
Nuestra empresa promueve la digitalización. Es importante entender nuestros problemas y encontrar las soluciones correspondientes. La tecnología de la información no es, por lo tanto, nuestro impulsor. Al contrario, lleva a efecto lo que nuestra empresa necesita.