Rolls-Royce Alemania ha realizado con éxito el primer vuelo de prueba con su nuevo motor Pearl 10X. El fabricante de aviones francés Dassault ha elegido este motor para su nuevo buque insignia: el avión de largo recorrido para viajes de negocios Falcon 10X, cuyo objetivo es ofrecer a los pasajeros un nuevo estándar de seguridad en el vuelo. Además de un moderno soporte del motor, también colabora a ello una termoenvoltura del pilón desarrollada y producida por Freudenberg Sealing Technologies (FST).
Il primer vuelo de prueba de Rolls-Royce con su nuevo motor Pearl 10X se absolvió con éxito: Junto con la planta de FST en la ciudad canadiense de Tillsonburg, la empresa ha desarrollado en los dos últimos años una capa termoaislante, un retén de espiga y un tapón de acceso. La capa aislante, una especie de envoltura, es un nuevo diseño industrial que es más fuerte que las cubiertas existentes hasta ahora y tiene una larga vida útil. Además, ofrece una excelente termoprotección para el soporte del motor, la espiga y el pilón, para el caso de que un canal reventara o uno de los motores se incendiara. Elaborados de silicona y tejido refractario, la cubierta, el retén de espiga, el tapón y el doblador metálico solo pesan 5,1 kilos, miden aprox. 1,4 metros y tienen una anchura total de 0,15 metros. Esto reduce el peso total del avión y ahorra carburante.
“Este avión promete ser el jet más limpio y sostenible del cielo”, dice David Wilker, Head of Program and Design de Tillsonburg. Para ello se utiliza titanio en el soporte del motor y el pivote así como aluminio para los pilones. “Teníamos que proteger el soporte del motor, el pivote y el pilón de las altas temperaturas que se generan en una emergencia térmica, dado que la misma puede dañar gravemente los materiales. Al mismo tiempo, con ello ofrecemos una excelente protección contra las influencias medioambientales cuando las piezas están expuestas a los elementos durante el vuelo.”

Phil Vaughan, Senior Designer de Tillsonburg, se apoyó en datos CAD y tests físicos para, junto con los ingenieros de Rolls-Royce, determinar la geometría y la cantidad de capas de silicona y tejido refractario necesarias. Esto es determinante para proteger el soporte del motor, el pivote y el mástil del enorme calor generado en caso de que se produjera un acontecimiento térmico durante el vuelo. Para simular esta situación en los ensayos, el equipo ha fabricado un banco de pruebas especial para el soporte del motor de Rolls-Royce. Este registró las temperaturas de la suspensión del motor mientras la misma, protegida por la termocubierta, estuvo expuesta durante 15 minutos a la llama de un gran quemador de tobera con una temperatura de casi 1100 grados Celsius.
En la aeronáutica y astronáutica lo más importante es la seguridad del producto, el peso óptimo y una larga vida útil. “En el Pearl 10X hemos conseguido cumplir los requisitos de seguridad del producto, reducir el peso y elaborar una junta con una vida más larga que las comercializadas hasta ahora en el mercado”, explica Wilker. “Es un diseño nuevo, el primero de este tipo.”
La planta de Freudenberg Sealing Technologies de Tillsonburg fabricará anualmente 50 termoenvolturas para el programa de motores Pearl 10X.
En los próximos años, el Falcon 10X realizará gran cantidad de vuelos de prueba antes de despegar oficialmente en su primer vuelo comercial. A bordo: Freudenberg Sealing Technologies.