Industrial Services ofrece cobijo desde esta primavera a otras dos colonias de abejas en Weinheim. Asimismo, los colaboradores construyeron en mayo un jardín de flores y hierbas para que los diligentes insectos encuentren la mesa puesta copiosamente también en pleno verano.

Antes de dirigirse a su despacho, Sina Krupp, responsable de Marketing en Process Industry Alemania, esta mañana de martes tiene que ocuparse de una tarea importante. No con el ordenador portátil ni el teléfono, sino con la regadera. El jardín de flores y hierbas construido en mayo a lo largo de la terraza exterior del edificio de Industrial Services en la calle Lorscher Straße de Weinheim necesita que lo rieguen habitualmente –en especial en los días de pleno verano tan calurosos como los que estamos teniendo ahora–.
Bien regadas crecen y florecen magníficas plantas como lavanda, ajo de cigüeña, geranio, salvia silvestre, romero y tomillo. Las coloridas flores de las plantas beneficiosas para las abejas alegran la vista de colaboradores y visitantes. Pero sobre todo causan gran alegría a las casi 200.000 “vecinas” que han encontrado su hogar a unos 25 metros de la parte trasera del edificio de Freudenberg: las abejas. Las laboriosas polinizadoras utilizan las flores y hierbas como fuente de polen y néctar, que en pleno verano –después de la floración máxima en primavera– son por aquí cada vez más escasos.

Nota recordatoria: por iniciativa de Krupp, Industrial Services apadrinó el año pasado dos colonias de abejas, ofreciéndoles un nuevo hogar; los experimentados apicultores de Bee different le respaldaron con sus consejos y sugerencias desde un primer momento. En la presente primavera se han añadido dos apiarios, término técnico con el que se denomina las colmenas, las cuales dan cobijo respectivamente a unas 50.000 abejas. “Los compañeros de Industrial Services de Hamburgo quisieron adoptar nuestra idea y decidieron apadrinar desde Hamburgo aprox. 100.000 abejas”, informa Krupp. De modo que rápidamente también las “ahijadas” de Hamburgo encontraron su hogar en Weinheim.
El dulce fruto de la labor de las abejas, la miel, se va a compartir fraternalmente entre Hamburgo y Weinheim. La primera “cosecha” en junio produjo casi 40 kilogramos, suficiente para 170 botes, que incluso llevan etiqueta propia. “En la segunda recogida de miel en julio, incluso yo pude participar”, relata Krupp. También esta miel va a ser un regalo sostenible de final de año para alegría de los clientes.
Voluntarios construyen un colorido jardín

De vuelta al prado de flores: en mayo se presentaron rápidamente voluntarios para transformar el anterior césped a lo largo de la terraza en un colorido jardín. Al encontrarse con que el suelo era más duro, o sea, más resistente que lo esperado, fue necesario aplicar más fuerza muscular. Pero después de unas cuantas horas el trabajo estaba hecho. “Nuestro socio colaborador Bee different nos asesoró sobre la elección de las plantas. Del resto nos ocupamos nosotros mismos”, informa Krupp. También para regar las plantas se alternan los colaboradores amigables con las abejas.
Los martes le toca a Krupp, pero ahora una manguera le aligera la labor matinal. Si otras sedes tienen interés en apadrinar abejas, ella también ofrece con gusto sus conocimientos los demás días de la semana.