Guido Brüggemann ha caracterizado, en su puesto de gerente del Service Center de Zúrich, las actividades de Freudenberg Sealing Technologies (FST) en Suiza como ningún otro. El 30 de septiembre entrega el bastón de mando a su sucesor Steve Barrot y manifiesta: “Steve es la persona más indicada, nadie podría hacerlo mejor. Si fuese mi empresa, le encargaría la gerencia con muy buena sensación”.
Este voto de confianza se basa en una colaboración cuyos inicios se remontan a más de dos décadas. “Durante los primeros años viajamos por Suiza como gemelos siameses, visitando a clientes y distribuidores. Nosotros seguimos la misma filosofía empresarial, compartimos el mismo modo de trabajo: ¡nada de palabrería, sino directamente al tajo! Con suciedad en las manos y alguna que otra mancha de aceite en la camisa, los dos consideramos esto como algo típico en Ventas. Los clientes nos lo recompensan con pedidos. Ya se trate de un director o de un mecánico: nosotros tratamos a todo el mundo por igual”, relata Brüggemann.

Barrot lo corrobora: “Quiero estar presente y ser visible para el cliente. Aquí es donde tiene lugar la acción. Igual de importante para mí es la cercanía con los Lead Center. Pues los Lead Center desarrollan y producen las soluciones para nuestros clientes”. El estilo “a la Suiza” que el Service Center ha implantado, lo desea mantener Barrot también en el futuro. “Nosotros actuamos de forma ágil. Aquí todos somos como un pequeño empresario. Esto es el legado de Guido. Lo que ha creado es algo fantástico. Ha allanado el camino para mí. Su experiencia en gerencia, la obtuvo Barrot en su trabajo de 2010 a 2016 para un fabricante suizo de juntas mecánicas que opera a escala mundial. Brüggemann consiguió traerlo de vuelta al Service Center de Zúrich –primero a la segunda fila, y después a la primera–.
Facturación 20 veces mayor
La época de Guido Brüggemann en Freudenberg Zúrich se inició en los años ochenta del siglo pasado. Desde un principio caracterizó el negocio empresarial del Service Center, primero en el servicio externo de ventas para la Suiza francófona y desde principios de este siglo, como gerente para toda la Confederación Helvética. Habla de transformación sostenible y de constancia cuando compara las estrategias y las cifras de negocios del 1989 con las de hoy. La facturación es 20 veces superior a la de entonces, con una plantilla que no llega ni al doble. La participación porcentual en los costes se ha reducido de manera masiva, “y el resultado debe ser naturalmente bueno aquí”, indica él. Lo que antes era un 90 por ciento de negocio con artículos estándar de catálogo, ahora lo son un 90 por ciento de pedidos específicos de un cliente. Estratégicamente Brüggemann ha concentrado el negocio en clientes mayoristas con una voluminosa facturación. “A las grandes empresas también les ofrecemos cosas menores”, de esta forma aclara la orientación de ofrecer una cartera de productos completa para estos clientes.
Ello incluye mercancías adquiridas de fuentes externas. “Esto refuerza nuestra posición en las negociaciones difíciles”, indica Brüggemann. Fue toda una novedad pionera del actual Service Center Zúrich el completar la cartera de productos de FST con la adquisición de mercancías de fuera del Grupo Freudenberg. Brüggemann fue uno de los primeros en Freudenberg en construir una red para ello por ejemplo en Italia. “También este servicio al cliente es necesario para una fidelización duradera”.
“La empresa me importa mucho”
Los factores de éxito del Service Center –como parte de una orientación hacia el cliente real– se deben según Brüggemann, entre otras cosas, al servicio excelente, la flexibilidad y la velocidad. “Nuestro almacén constituye para nosotros la pieza central del éxito”, estima él. Se extiende a todos los segmentos de mercado para asegurar una rápida disponibilidad. Un servicio de almacenamiento incluye, entre otros, el embalaje –novedad: también en la denominada sala limpia– o la formación de kits de piezas sueltas. Y otro ejemplo: en un laboratorio propio se pueden detectar directamente las causas de reclamación. “De este modo podemos reaccionar frente al cliente muy rápidamente”, explica. Asimismo, reunir las competencias profesionales de la iniciativa Lube & Seal con las de los colaboradores alojados en la misma planta de la empresa Klüber Lubrication se cuenta para Brüggemann entre los garantes del éxito. “Lo decisivo sigue siendo la técnica. Tiene que convencer al cliente”, opina. Esto se logra en Zúrich combinando una avanzada ingeniería y un servicio excepcional.
La técnica es una de las razones principales por las que Brüggemann ha sido fiel a Freudenberg durante más de tres décadas. “Freudenberg dispone de productos y tecnologías extremadamente buenos. La gente de los Lead Center y de las plantas de producción, los desarrolladores, los expertos en material y tecnologías –aquí se vive el auténtico espíritu Freudenberg–”. Justamente esto le ha causado, y causa aún hoy, una gran alegría. “Mi corazón palpita todavía por la empresa. Mi entusiasmo sigue siendo muy elevado. Cuando cierro mi portátil bien entrada la noche, quiero tener la agradable sensación de haber hecho algo por la empresa que sea medible en cifras”.
Por este motivo, tras su jubilación no va a desaparecer de Freudenberg de la noche a la mañana, sino que continuará aportando su experiencia, sus extraordinarios conocimientos y su irrefrenable brío. Entonces, a lo mejor, tiene un poco más de tiempo para dedicarse a su pareja, a tocar la guitarra –“desde Bob Dylan hasta los Rolling Stones”– o al proyecto de renovación de su casa.