Por medio de múltiples medidas, la sede localizada en North Shields, Inglaterra, ha reducido notablemente su huella ecológica de CO2. En los últimos siete años rebajó casi en dos tercios su consumo de gas para la generación de calor, y en este mismo periodo redujo más de la mitad de su consumo de corriente. Para reducir a la mitad su consumo de agua solo necesitó tres años.
El aire caliente se dirige hacia arriba, eso ya se aprende en la clase de física. En habitaciones altas y naves industriales provistas de calefacción esto significa: el costoso calor generado usando gran cantidad de energía se acumula debajo del techo, justo donde no se necesita. Los denominados ventiladores desestratificadores dirigen el aire de vuelta al área de trabajo y equilibran la temperatura del aire. Simultáneamente, limitan la pérdida de calor por el techo. En pocas palabras: ayudan a ahorrar la energía y los costes empleados en la calefacción.
En la sede de Freudenberg Sealing Technologies (FST) de North Shields, estos “mezcladores de aire” son considerados como una de las soluciones efectivas para fomentar la sostenibilidad. En invierno contribuyen a rebajar el consumo de energía y, con ello, a minimizar la huella ecológica de CO2. Por el contrario, eficientes ventiladores de techo evacuan el aire caliente en verano, reduciendo de esta forma la necesidad de climatización.

AHORRO SISTEMÁTICO DE ENERGÍA
Solo es posible ahorrar energía de forma sistemática si los datos de consumo se recopilan y analizan continuamente. Este hecho se hizo patente en North Shields también por medio de un sistema de monitoreo de la energía. Con éste se puede detectar el malgasto de recursos y optimizar la configuración de la maquinaria. Además, en esta sede inglesa se pone de manifiesto el dicho “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”. Esto significa, por ejemplo, sustituir los focos de alumbrado o tubos fluorescentes que requieren gran cantidad de energía por técnica de alumbrado moderna y, tras un análisis de la demanda, reducir la cantidad de focos. En North Shields se utilizan sensores para que los focos solo se enciendan cuando realmente se necesitan.
La optimización de las instalaciones existentes, o bien su sustitución por sistemas dotados de eficiencia energética con un alto grado de efectividad –por ejemplo, calderas de condensación para la calefacción–, es otro de los logros de North Shields en su carrera hacia la sostenibilidad. Debido a estas y muchas otras medidas, el consumo de energía medido en kilovatio por cada parte producida era mucho más inferior en el año 2021 que en los años previos, e incluso se encontraba por debajo del objetivo previsto.
La sede sopesa el empleo de bombas térmicas en el futuro, porque aprovechan el calor ambiental –en lugar del combustible fósil gas– para la calefacción y el agua caliente. Además está estudiando la posibilidad de utilizar el aire caliente expulsado por el compresor para calentar la fábrica y, por otro lado, eventualmente sustituirá la instalación de oxidación térmica por una biológica. Otros puntos de la agenda son el empleo de energía solar fotovoltaica para la generación de calor y la adquisición de energía verde.