Yanina Geist juega al bádminton en un club, en su tiempo libre. Para ella (este) deporte es un medio perfecto para desconectar y relajarse de manera activa. “Después uno se siente estupendamente bien”.
Casi todo el mundo ha jugado alguna vez al volante: en la playa, la piscina, el parque o en el jardín de la casa. Con un poco de práctica, incluso se consiguen peloteos que duran un buen rato, sobre todo cuando se lanza la pelota al contrincante con suavidad y en altos arcos. Con el deporte que Yanina Geist, Assistant Battery & Fuel Cell Systems en Freudenberg Sealing Technologies (FST), practica en su tiempo libre, esto tiene mucho que ver a primera vista, pero sólo para el ojo de un novato. Vale, la pelota y la raqueta son iguales. No obstante, la dinámica y la condición física con que bádminton emociona a muchos millones de jugadores de todo el mundo no se puede comparar con el juego de volante. Se considera que bádminton es el deporte de pelota más rápido que existe. Los participantes a ambos lados de la red no intentan servir bien la pelota a su contrincante. Al contrario: “Nuestro propósito es que nuestro rival no llegue a la pelota, y que ésta aterrice en su lado de la cancha”, explica la treintañera.
En un lanzamiento smash, el volante de plumas puede salir de la raqueta a una velocidad de varios cientos de kilómetros por hora. Esto exige en el juego buenos reflejos, “piernas rápidas”, flexibilidad, resistencia, vigor y precisión. Todo se basa en una sofisticada técnica, especialmente en lo que se refiere a las distintas variantes de golpe. A esto se añade la intuición: “leer” al rival, es decir, imaginar de forma previa lo que piensa hacer a continuación. Esta complejidad ha causado fascinación a Yanina Geist desde su niñez. ¿Un efecto positivo? En una modalidad deportiva sin contacto y en sala, el peligro de sufrir lesiones es menor, por ejemplo, que en el fútbol.
“Lo que especialmente me gusta: bádminton es un deporte individual que, sin embargo, funciona también en equipo”. Ella juega y entrena en el club Fortuna 96 Schwetzingen. En los partidos, respectivamente varias mujeres y hombres forman un equipo. Compiten con los equipos de otros clubes en las modalidades individuales femenino y masculino, dobles y dobles mixto –aquí respectivamente un hombre y una mujer juegan a cada lado de la red–. “Esto es un sistema en grupo muy bueno. Nos jaleamos unos a otros, nos animamos, celebramos los puntos”, así describe el espíritu de equipo.

EL EQUILIBRIO ADECUADO
Entrenamientos de dos horas y media, dos veces a la semana –el grado de exigencia es alto–. “Me encanta practicar deporte. Naturalmente, a veces tengo que darme un empujoncito. Pero vale la pena. Después uno se siente estupendamente bien”, de este modo describe sus vivencias la colaboradora de FST. “En deporte, uno sólo tiene que encontrar un equilibrio personal adecuado. Entonces uno lo disfruta”, aconseja ella a otros.
En su caso, este nivel de equilibrio es muy alto. En su club de bádminton, aparte del entrenamiento activo y los partidos, ella dedica tiempo a actividades de voluntariado, se siente comprometida con los jóvenes jugadores. También le gusta montar a caballo. Además, desde hace poco echa mano con mucho gusto a la raqueta –sensiblemente más grande– para jugar las partidas de tenis de Freudenberg. Su estado físico y su experiencia en bádminton son muy útiles aquí.
¿Pero de dónde le viene a Yanina Geist su afición al bádminton? “Mi padre se echaba a menudo partidas de volante con los vecinos en el jardín …”.